La liquidación del prespuesto de gastos tradicionalmente se desglosaba por capítulos económicos, desde hace unos años viene desglosándose también por "grupos funcionales". Ambos desgloses resultan interesantes.
En el desglose por capitulos observamos un desfase entre las obligaciones reconocidas y los pagos efectuados, del que resulta, una vez más, una cantidad importante de obligaciones pendientes de pago. Y una vez más, la partida más afectada es el capítulo dos, es decir los "Gastos en Bienes Corrientes y Servicios", es decir, todos aquellos servicios que en otros tiempos organizaban los
ayuntamientos y que ahora externalizan, contratándolos con empresas (lo que supone que más del 17% de ese dinero lo recauda el estado en forma de IVA). Y la morosidad en el pago a las empresas proveedoras de servicios supone una gran presión sobre sus plantillas, pues las empresas repercuten sobre los costes laborales las ganancias que dejan de percibir por la morosidad municipal.
Pero es que además, examinando los pagos efectuados, vemos que el capítulo 3 (intereses) y el capítulo 9 (amortización de capital) se comen poco más del 18% de los pagos realizados: y es dinero que no proporciona absolutamente ningún beneficio directo e inmediato a la ciudadanía, y cabe preguntarse, a la vista de los continuos sobrecostes de las infraestructuras públicas, si realmente aportan algún beneficio indirecto que compense estos costes.
Si recordamos además que antes hemos dudado de que ese diez por ciento (36.961.506,81 € + 31.187.650,25 €) adicional a lo efectivamente recaudado pueda recaudarse en el futuro, resulta sospechoso que las obligaciones pendientes de pago a 31 de diciembre sean superiores (106.732.053,12) a los Derechos Pendientes de Cobro a 31 de Diciembre (85.187.556,70).
Para más información sobre los presupuestos de gastos e ingresos puede consultarse la página informativa del portal Rendición de Cuentas: Información General
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